viernes, 25 de septiembre de 2009

CAPITULO 3 (SEGUNDA PARTE)

Se metió en la ducha y se apoyó contra la pared mientras el agua le empapaba. Apenas notó el agua; tenía demasiados pensamientos en la cabeza. La mayoría de ellos intentaban averiguar por qué sentía que Miranda era diferente. ¿Era porque le había hecho sentir distinto, una buena persona, sin ni si quiera intentar serlo?


La noche había sido extraña pero maravillosa. Echando la vista atrás, supo que no la cambiaría por nada. Le había dado a Miranda todo lo que podía ofrecerle; ella no quería que fuera un caballero. Lo raro es que por primera vez en muchos años, había disfrutado siendo como era. Ella se había reído con su maleducado sentido del humor y si no había pillado algo, lo había admitido. Miranda había hecho salir el buen chico que llevaba dentro, a la persona que haría un esfuerzo honesto solo porque quería verla sonreír, y eso ya era algo. Pero una vez más, había huido, demasiado asustado de decirla algo. ¿Asustado de qué? ¿De que ella le siguiese gustando al día siguiente?


Su sonrisa se desvaneció al darse cuenta de que esto no importaba por dos motivos. Primero, iba a regresar a LA en dos días y se quedaría allí hasta que comenzase el rodaje de Luna Nueva en Oregón en un par de semanas. Segundo, probablemente ella no seguía interesada en él, ya que no había querido hablar con él.


No se molestó en peinarse. Simplemente se lo secó con la toalla hasta que asemejó a un trol, con el pelo apuntando a todas partes. Se puso una camiseta negra y unos vaqueros azul claro. Mirándose al espejo, vio que su barba era ya demasiado larga, pero no se molestó en afeitarse tampoco.


¡Rob, el café ya está listo por si quieres!” gritó Patrick desde la cocina.


Uh, sí claro”. Entró despacio en la cocina y se encontró con que Mariah seguía allí, sentada en una silla leyendo el periódico. Robert dirigió a Patrick una mirada escéptica y cuestionadora, pero él simplemente le sonrió. Robert bostezó y sacudió ligeramente la cabeza mientras vaciaba la cafetera en una taza tan grande que parecía un bol para sopa.


¡Oh Dios mío!” rió Mariah. “¡Que perra!”. Dejó el periódico en la mesa señalando algo que Robert no alcanzaba a leer, ya que el periódico estaba del revés. “Esto es lo que te he contado esta mañana. ¡No me puedo creer que salga en el periódico!” continuó, dirigiéndose únicamente a Patrick.


¡Ha conseguido legalizar esa ley!” Patrick dejó su sandwich en la mesa de inmediato y comenzó a leer el artículo.


Miranda nunca a va a oír el fin de esto” dijo Mariah riéndose y tomando otro sorbo de café.


Robert empezó a interesarse por el periódico. ¿Salía Miranda? Rodeó la mesa y leyó el titular. “Save The Children y el Ministerio Social realizan un gran avance en cuanto a aumentar los subsidios gubernamentales para las familias menos afortunadas”. Frunció el ceño, no entendiéndolo del todo.


Alzó la vista, encontrándose con la mirada de Mariah, la cual también tenía el ceño fruncido.


No hablasteis mucho anoche, ¿verdad?” dijo Mariah riéndose, y Patrick se unió a ella. Robert notó como el calor le llegaba hasta la cara. ¡Maldita sea, se estaba sonrojando!


Me dijo que te diera las gracias por el mordisco del amor” continuó diciendo Mariah, riéndose un poco más alto.


Robert la miró, intentando recordar cuando le podía haber hecho a Miranda un chupetón. Decidió que sería mejor no pensar en ello porque solo conseguiría reproducir el acto en su cabeza, lo cual no era bueno, ya que su cara era como un libro abierto. Pero Mariah y Patrick le malinterpretaron. Pensaron que estaba cabreado, lo cual era verdad en cierto modo.


¡Robert, vamos! Hay humor en todo esto, aunque no quieras verlo ahora mismo”. Patrick sonrió y le miró a los ojos. Robert le aguantó la mirada, intentando mantener el enfado a raya, sabiendo que no podía. La situación era ridícula. Decidió dejarlo correr, porque después de todo, no era el único que recorrería el camino de la vergüenza hoy.


Suspirando, se sentó con una sonrisa y sacudió la cabeza “No, no hablamos demasiado anoche” admitió encogiéndose de hombros, a lo que Mariah se rió. “¿Puedes contarme por qué sale en los periódicos?” dijo, provocando la risa en lo otros de nuevo.


Bueno” Mariah se encogió de hombros y le dio el periódico. “Técnicamente, ella no sale. Pero...” puso el dedo sobre el titular de los subsidios gubernamentales de nuevo “... esto es en lo que ha estado trabajando durante los últimos 6 meses”.


Entre otras cosas” añadió Patrick. “No me puedo creer que no te contara nada”


Robert fijó la vista en el periódico, intentando comprender qué decía. “Entonces... ¿que hace ella exactamente?”


Es una trabajadora social, y trabaja para el Ministerio Social y para Save the Children” dijo Mariah con una sonrisa. Robert asintió levemente, sintiéndose un poco insignificante. Eso explicaba los libros de derechos humanos y leyes. Claramente no era ninguna tonta. Pensó en si se sentiría mejor si ella hubiese sido una camarera del Starbucks.


Voy a ponerme los vaqueros” dijo Patrick sonriendo a Mariah. “Elige una película o algo para ver antes de comer”


Vale” contestó Mariah devolviéndole la sonrisa.


Robert les observó a los dos, pensando en lo obvio que era que se gustaban. Ella parecía una chica maja, y se alegraba por Patrick. Tan pronto como Patrick abandonó la habitación, Mariah apartó la vista del periódico, se recostó en la silla y le miró con descaro.


Así que eres el tipo de tío que sale corriendo en mitad de la noche, ¿no?” dijo riéndose.


Él se rascó la cabeza, mirando a la mesa. No tenía sentido negarlo, y no parecía estar cabreada.


Supongo” admitió.


¿Fue por ella?” dijo alzando una ceja, a lo que él negó de inmediato con la cabeza.


No, por supuesto que no” afirmó honestamente, pensando en lo cerca que había estado de despertarla para despedirse de ella. Eso hubiera estado bien. “¿Es eso lo que piensa ella?”.


Mariah apretó los labios, ofreciéndole una sonrisa triste. “Sí, más o menos”


¿Te ha dicho eso?” dijo Robert suspirando y mordiéndose el labio. Ella asintió, aún con la expresión triste.


Robert frunció el ceño, soportando su cabeza con sus manos. Miranda no se había negado a hablar con él porque no le gustara la noche que pasaron juntos o porque pensara que fue un error. No quiso hablar con él porque había herido su orgullo al salir corriendo. Ella pensaba que era él el que estaba arrepentido y decepcionado. Enterarse de esto le supuso un alivio y al mismo tiempo se le encogió el estómago por la culpabilidad.


Bueno, yo no quería...” dijo fijando su mirada en la ventana unos instantes, preguntándose por qué le importaba tanto que ella le hubiera malinterpretado. “Y te estoy contando esto a tí porque no se lo puedo decir a ella a la cara”, dijo mirando a Mariah de nuevo.


¿Sí?”. Mariah era todo oídos.


Tal y como le dije a ella anoche, y no sé si se acordará de esto, me marcho a LA mañana y puede que no vuelva a Londres hasta dentro de unos cuatro meses, puede que más. ¿Ves por donde voy?” preguntó, y ella asintió.


Quiero decir” continuó. “No puedo pensar del mismo modo en que pensáis aparentemente tú y Patrick... Ni si quiera es una opción para mí. No tiene nada que ver con Miranda” concluyó. Por la cara que tenía Mariah, era evidente que le entendía.


¿Y no podéis ser amigos?” preguntó ella de repente. Robert arrugó la frente, lo que provocó la sonrisa de Mariah. “¿Eres capaz de tener una amistad con una chica a la que te has tirado?”


Supongo...¿por qué?”


Bueno, quiero decir... Patrick y yo hemos quedado con Miranda para comer en una hora. La mandé un mensaje esta mañana pensando que sería buena idea, pensando que tú seguirías allí”


¿A las 7:45?” dijo haciendo una mueca y alzando una ceja.


Sí, más o menos” admitió ella. “Me desperté y me moría de hambre! En fin, creo que estaría bien si vinieras”.


La propuesta era tentadora e intimidatoria al mismo tiempo. Él sabía que ella no se tiraría a sus brazos así sin más. Y no podía culparla. ¿Cuan patético sería si empezara el día huyendo para luego regresar a comer? Patético no era la palabra adecuada. Ir con ellos le haría quedar como un auténtico estúpido. Pero por otro lado, ya había quedado como un estúpido, y sentía que le debía una explicación. Iba a decirle él mismo que no había sido culpa de Miranda.


Sí, iré” dijo con una sonrisa, pero se sentía como un idiota. ¿Y por qué le importaba? Ese no era él...


¡Genial!” dijo Mariah.


¿Qué es tan genial?” dijo Patrick, reapareciendo por la puerta.


Robert va a venir con nosotros a comer!” explicó Mariah. Robert no tuvo que mirar a Patrick para ver su expresión de sorpresa.


Uh, Robert” rió Patrick. “¿No estás rompiendo como unas mil de tus reglas personales en este momento?” preguntó, y Mariah arqueó las cejas de nuevo.


Tensando la mandíbula y con la mirada fija en sus manos que estaban sobre la mesa, Robert decidió que era la hora de fumarse un cigarro. Estaba rompiendo un montón de reglas. Ya había roto algunas hoy, incluso ya lo hizo la noche anterior, y Patrick lo sabía. Pero dejar que Mariah se enterara de eso, era prácticamente como decírselo a Miranda a la cara. Y no estaba preparado para eso. No sabía si algún día estaría preparado para eso.


Se levantó de la silla y miró a Patrick, quien parecía no hacer roto un plato en su vida. “¿Por qué no me acompañas fuera?” le dijo mientras pasaba a su lado.


Claro tío”. La voz de Patrick tenía un tono divertido, algo que a Robert no le gustaba en estos momentos. Se puso su cazadora asegurándose de que los cigarros estaban allí, y salió a la terraza. Iba a desahogarse un poco con Patrick, porque no le gustaba que él actuase así.


¿Qué pasa?” preguntó Patrick, dándole a Robert el mechero.


Creo que no debes contar lo que estoy haciendo Pat, especialmente cuando Mariah está aquí” susurró Robert..


¿Por qué?” sonrió. “Generalmente no te importa que la gente sepa más de tí de lo que deberían. ¿Cómo iba a saber yo que eso ha cambiado ahora?”


Robert le miró y Patrick se rió. “Mierda Rob, así que te gusta, ¿no es así? Y tienes miedo de que se entere”


Me gusta su compañía...sí” suspiró Robert. “Al menos si la comparo con Shannon”. Sacudió la cabeza al recordar su último encuentro.


¿Y aún así, fuiste ayer a verla?” Patrick negó con la cabeza. “Nunca entenderé que es lo que pasa ahí”


Robert se apoyó contra la pared y suspiró. “Puedo ser yo mismo cuando estoy con ella” murmuró.


Rob... eres terrible cuando estás con ella” afirmó Patrick. “Te conviertes en una persona negativa, que necesita alcohol y drogas y que sólo encuentra placer insultando a la gente”


Robert cerró los ojos. “Pero así soy yo” susurró nervioso, pasando sus dedos por el pelo.


Patrick frunció el ceño. “¡No, no eres así!”


Sí” insistió Robert. “Y la razón por la que no lo entiendes es porque no puedo ser yo mismo cuando estoy contigo; no del mismo modo en que puedo ser con ella”


Sí, porque ella te absorbe y te hunde en un agujero negro” insistió Patrick. “¡No eres la misma persona cuando estás conmigo! ¡No eras la misma persona con Miranda anoche! Te ví y estabas muy...”


Cachondo?”


Iba a decir relajado y feliz” Patrick suspiró y se estiró.


Vamos Patrick, ¿cómo puedo explicártelo?” dijo Robert, escuchando el dolor en su propia voz. “Soy lo peor cuando estoy con Shannon porque no tengo que ocultar mis pensamientos y eso es a lo que me refiero cuando digo que con ella puedo ser yo mismo”


Wow, en serio que no tienes muy buena opinión de tí mismo, ¿verdad?”


Robert se encogió de hombros y lanzó su cigarro por la barandilla. “Creo que me gusta Miranda porque sacó lo mejor de mí. No tuve que intentarlo, si sabes a lo que me refiero”


Patrick sonrió. “Creo que sé a lo que te refieres...Shannon saca lo peor de ti y Miranda lo mejor”


Robert asintió. “Sí, me gustó como me comporté anoche” suspiró. “Y creo que por eso estoy rompiendo las reglas”.


Así que ¿Entonces es inteligente pasar más tiempo con ella? ¿Es eso lo que quieres?”


Robert miró a Patrick.


¡Joder Pat, sólo por el hecho de que parezca una buena chica no significa que esté enamorado de ella ni nada de eso!” dijo riéndose.


¿Y si ella se enamora de ti?”


Ni si quiera me conoce. Han pasado cuantas horas ¿diez?”


Relájate!” rió Patrick. “Escucha, nadie se alegrará más que yo si decides que te gusta esta chica, y lo sabes”


No estoy buscando eso” dijo Robert.


¿Entonces por qué vienes a la comida?”


¡Porque pensé que estaría bien!” suspiró Robert mirando a Patrick. ¿Por qué le daba la sensación de que Patrick no le creía? Él sabía que el amor no era algo que surgiera en unas pocas horas, al menos no para él. Patrick simplemente le dio unos golpecitos en el hombro según entraban de nuevo en el piso. Mariah estaba viendo Mary Poppins en la TV y apenas se dio cuenta de su presencia.


Nunca había sido la clase de tío que se enamoraba de alguien rápidamente. Había tenido una relación seria en su vida y había tardado meses en consolidarse.


¡Miranda ni si quiera era su tipo! Le gustaban las chicas más altas que ella y que siempre estaban sonriendo y bromeando. Tal vez un poco locas. Miranda parecía demasiado seria. Aunque solo la conocía desde hace unas horas.


No, estaba muy seguro de sí mismo en cuanto a la posibilidad de enamorase de ella. No corría ningún peligro.


Lo único que le preocupaba un poco era lo a gusto que le hacía encontrarse consigo mismo. Sabía que eso significaba algo. No podía negar la atracción física que sentía por ella y lo mucho que apreciaba el valor que ella parecía tener. Aún así, no había suficiente tiempo ¿no es así?


Se lo repetía una y otra vez.


¡No hay tiempo!


Lo que realmente le asustó fue que parecía que se estuviera convenciendo así mismo de algo en lo que no creía realmente. Era como cuando tenía 5 años y seguía diciéndose así mismo que Papá Noel existía a pesar de haber pillado accidentalmente a su padre poniéndose el disfraz en el garaje de su casa.


El problema era que no sabía si Miranda era el disfraz o la persona que se escondía bajo él. Lo único que sabía era que ya no creía en Papá Noel.


De cualquier modo, él tampoco creía en el amor a primera vista.



5 comentarios:

  1. uyyy que buena pinta tiene, vamos a ver que pasa en esa comida !
    Graciasssssssssssssss María y quiero más ... como no!
    Un besazo

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  2. si tiene muy xo que muy wena pinta!!
    que mono rob!!

    tb quiero maaaas!!!

    un bsito y gracias!!

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  3. Está muy bien
    Queremos más!!!

    Besines María

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